Amigos:
En la página de youtube apareció un video enviado por Dariomarcelo que es un reflejo en imágenes del sentimiento des-concertad@ que inunda a miles por estos días.
Si desen verlo, pinchen
aquí!
lunes, 22 de enero de 2007
Video Des-Concertad@
Amigos:
En la página de youtube apareció un video enviado por Dariomarcelo que es un reflejo en imágenes del sentimiento des-concertad@ que inunda a miles por estos días.
Si desen verlo, pinchen
aquí!
viernes, 19 de enero de 2007
Aylwin y el Plan Z
Este Video es para refrescar un poco la memoria y para que las nuevas generaciones sepan la trayectoria de los líderes concertacionistas
Véalo
aquí!
Véalo
aquí!
El verdadero rostro de Aylwin
Sin duda que Patricio Aylwin, primer presidente de la concertación, no representa para nada la imágen de un hombre consecuente. El grado de volubilidad y oportunismo de sus opiniones queda perfectamente reflejado en el video que podrán ver pinchando
aquí!
jueves, 18 de enero de 2007
El Baile de Zaldívar
Este es el chico Zaldívar
Si quieren comprobar que hoy día se puede llegar a cualquier cosa por el marketing, entonces...
Pinche
aquí!
O bien pueden ir a la página www.youtube.com y buscar
Propuesta para una Reforma del Sistema de Pensiones
El Cenda (Centro de estudios nacionales de desarrollo alternativo) ha sugerido una propuesta de reforma al sistema de pensiones en Chile, la cual suscribimos plenamente. Para consultarla,
pinche
aqui!
pinche
aqui!
El Retorno de Fausto
Estimados amigos:
Sin duda que Ricardo Lagos es uno de los personajes de menor consistencia ideológica de los últimos años. Todas las esperanzas puestas en él, que llevaron a muchos a tolerar los dos gobiernos anteriores, quedaron hechas trizas con una de las operaciones de travestismo político más grotescas de nuestra historia.
Al respecto, vale la pena consultar la página del "retorno del Fausto", escrita por Marcel Claude. Para ello, pinchen aquí!
Saludos Des-Concertad@s
Sin duda que Ricardo Lagos es uno de los personajes de menor consistencia ideológica de los últimos años. Todas las esperanzas puestas en él, que llevaron a muchos a tolerar los dos gobiernos anteriores, quedaron hechas trizas con una de las operaciones de travestismo político más grotescas de nuestra historia.
Al respecto, vale la pena consultar la página del "retorno del Fausto", escrita por Marcel Claude. Para ello, pinchen aquí!
Saludos Des-Concertad@s
miércoles, 17 de enero de 2007
Nota en La Estrella de Valparaíso
http://www.estrellavalpo.cl/prontus4_noticias/site/edic/2007_01_16_1/home/home.html
Aquí pueden encontrar la nota realizada el 16 de Enero de 2007 en "La Estrella de Valparaíso" a nuestro Movimiento.
Si tienen problemas para abrir el vínculo, vayan a www.estrellavalpo.cl. luego busquen en Ediciones anteriores y cliqueen en el día 16 de enero. Finalmente, seleccionen en el menú de arriba la sección crónica.
Saludos Des-concertad@s
Aquí pueden encontrar la nota realizada el 16 de Enero de 2007 en "La Estrella de Valparaíso" a nuestro Movimiento.
Si tienen problemas para abrir el vínculo, vayan a www.estrellavalpo.cl. luego busquen en Ediciones anteriores y cliqueen en el día 16 de enero. Finalmente, seleccionen en el menú de arriba la sección crónica.
Saludos Des-concertad@s
La página de Marcel Claude
Amigos:
Hola a todos. ¡Denle un vistazo a esto! Es un interesante sitio que vale la pena visitar.
Por cierto que Marcel es otro Des-concertad@ que hace mucho rato se decepcionó de quienes hoy nos gobiernan.
Por lo demás, se trata de uno de los más lúcidos intelectuales del chile actual
Hola a todos. ¡Denle un vistazo a esto! Es un interesante sitio que vale la pena visitar.
Por cierto que Marcel es otro Des-concertad@ que hace mucho rato se decepcionó de quienes hoy nos gobiernan.
Por lo demás, se trata de uno de los más lúcidos intelectuales del chile actual
Manifiesto de los Des-Concertad@s
Hace 20 años, muchos de nosotros cantamos la alegría ya viene. El tiempo transcurrió no del modo que esperábamos, sino dejándonos al margen, perplejos, contemplando con desengaño un cúmulo de promesas incumplidas. Y los que nacieron en estos mismos 20 años y que desean construir su propia historia tampoco entienden el por qué no se puede cambiar nada. El por qué debemos seguir con un dilema que en definitiva sólo ha mantenido a los mismos donde siempre estuvieron.
Desde hace 20 años que la concertación nos ha hecho creer que aún hoy el dilema sigue siendo dictadura v/s democracia, de modo que no apoyarlos sería revivir el fantasma de Pinochet. Pretenden que aceptemos ser rehenes de un esquema que piensa que más de la mitad de Chile quiere vivir otra dictadura por no apoyar la concertación, manteniéndonos así en una interminable transición.
Desde hace 20 años que el país moderno que la concertación nos impuso –y decimos impuso porque jamás nos consultaron-, nos ha legado una realidad de exclusiones, de crecientes desigualdades, de precariedad de nuestro trabajo, de profunda angustia y de creciente temor. Nos han dejado sin saber qué decir, sin poder aportar nada y todo ello en nombre de la alegría y de la democracia.
Pues bien, nuestra convicción es ésta.
Una democracia que se construye sin preguntarle a nadie no es democracia, sino una democracia privada, donde la voz de la ciudadanía es silenciada habitualmente.
Un gobierno que prefiere las encuestas engañosas por sobre la voz de los ciudadanos, no tiene sensibilidad social y hace de la democracia una farsa. Pensamos por dignidad que los hombres y mujeres de Chile no somos números y que sin participación de nosotros los ciudadanos, las instituciones no son más que meras etiquetas, por más que se diga que funcionan.
Un gobierno que genera el actual patrón de acumulación de riquezas que impera en Chile y que termina convirtiendo nuestros recursos naturales en la basura de los grandes proyectos económicos, hace imposible que logremos un desarrollo para toda la población y por el contrario consolida un modelo de beneficios para unos pocos y la destrucción de una riqueza que, a pesar de lo que se creía, está desapareciendo.
Tenemos la convicción que después de 20 años, la concertación ha perdido todo derecho a imponer su paternidad sobre la democracia.
Por ello:
Proponemos la necesidad de un nuevo lenguaje que sea distinto de los sinsentidos y eufemismos que hoy imperan. Ideas como riesgo país, agenda corta, agenda larga, ranking país, etcétera, son muestras de una infantilización que rechazamos y de un lenguaje que deja a los ciudadanos excluidos en nombre de “la seriedad política”
Proponemos un sinceramiento del sistema político y del diagnóstico actual respecto de Chile.
Sincerar el sistema político significa poder ubicar a las fuerzas políticas según su oferta y no según una etiqueta o slogan. En otras palabras, cuando todos los partidos proponen un mismo modelo socio-económico, no cabe hablar de progresistas y reaccionarios, ni de demócratas y autócratas, puesto que entonces, todos terminan siendo lo mismo aunque sus símbolos sean distintos.
Sincerar el diagnóstico significa poder medir y conceptualizar nuestro país sin recurrir a trucos estadísticos ni a conceptos forzados con el sólo propósito de impresionar en el extranjero, o de atraer inversionistas a cualquier precio. Gobernar no consiste en convencer a los que están mal de lo bien que se encuentran. Se trata, por el contrario, de ser honesto para decir lo que está mal y procurar de ese modo, un real bienestar para la ciudadanía.
Proponemos la necesidad de liberar espacios dentro del sistema político con el propósito de que surjan nuevas alianzas, lo cual hace imperioso trabajar por el fin de una política inmovilista y de consensos forzosos, como han sido los 20 años de gobierno de la concertación.
Proponemos garantizar la verdadera participación ciudadana a través del diálogo con los actores sociales. La democracia no es compatible con los iluminados quienes, por el hecho de tener un postítulo en el extranjero, se hallan en posesión de la verdad y creen que acercarse a dialogar con la ciudadanía es poco menos que descender al infierno. Por ello nunca más un AUGE que no se consulta. Nunca más un reforma educacional que se impone a espaldas de estudiantes y docentes. Nunca más una costosísima reforma procesal penal que se hace sin existir un diálogo previo con los actores del sistema. Nunca más una política que promueve los negocios de unos pocos sin preocuparse si la población está de acuerdo en que éstos se hagan a costa de nuestra riqueza natural. Y nunca más la promesa de un gobierno de los más capaces que termine convertida en un gobierno de apitutados y corruptos que entre otras cosas desvían los dineros destinados al empleo para financiar campañas políticas.
Denunciamos la traición de la concertación a sus propios ideales que alguna vez, todos compartimos y apoyamos. Denunciamos que nos hayan hecho creer que esta seudo democracia la ganamos marchando en la calle, cuando 20 años más tarde vinimos a darnos cuenta que todo se había negociado para beneficio de unos pocos.
Manifestamos nuestra absoluta convicción de que otro gobierno de la concertación es dañar de un modo gravísimo las posibilidades de democratizar Chile.
La concertación, hija de la transición y deformada por su propia falta de visión y respeto a sus promesas, debe quedar atrás para dar paso a una nueva etapa que el país merece.
Porque debemos ser protagonistas de nuestra historia, debemos ser conscientes de la gravedad del estado en que se encuentra nuestro país y desarrollar el uso de una razón crítica que se transforme en una exigencia, un imperativo moral, en una compañía constante.
Por eso, después de 20 años, estamos Des-concertados.
Desde hace 20 años que la concertación nos ha hecho creer que aún hoy el dilema sigue siendo dictadura v/s democracia, de modo que no apoyarlos sería revivir el fantasma de Pinochet. Pretenden que aceptemos ser rehenes de un esquema que piensa que más de la mitad de Chile quiere vivir otra dictadura por no apoyar la concertación, manteniéndonos así en una interminable transición.
Desde hace 20 años que el país moderno que la concertación nos impuso –y decimos impuso porque jamás nos consultaron-, nos ha legado una realidad de exclusiones, de crecientes desigualdades, de precariedad de nuestro trabajo, de profunda angustia y de creciente temor. Nos han dejado sin saber qué decir, sin poder aportar nada y todo ello en nombre de la alegría y de la democracia.
Pues bien, nuestra convicción es ésta.
Una democracia que se construye sin preguntarle a nadie no es democracia, sino una democracia privada, donde la voz de la ciudadanía es silenciada habitualmente.
Un gobierno que prefiere las encuestas engañosas por sobre la voz de los ciudadanos, no tiene sensibilidad social y hace de la democracia una farsa. Pensamos por dignidad que los hombres y mujeres de Chile no somos números y que sin participación de nosotros los ciudadanos, las instituciones no son más que meras etiquetas, por más que se diga que funcionan.
Un gobierno que genera el actual patrón de acumulación de riquezas que impera en Chile y que termina convirtiendo nuestros recursos naturales en la basura de los grandes proyectos económicos, hace imposible que logremos un desarrollo para toda la población y por el contrario consolida un modelo de beneficios para unos pocos y la destrucción de una riqueza que, a pesar de lo que se creía, está desapareciendo.
Tenemos la convicción que después de 20 años, la concertación ha perdido todo derecho a imponer su paternidad sobre la democracia.
Por ello:
Proponemos la necesidad de un nuevo lenguaje que sea distinto de los sinsentidos y eufemismos que hoy imperan. Ideas como riesgo país, agenda corta, agenda larga, ranking país, etcétera, son muestras de una infantilización que rechazamos y de un lenguaje que deja a los ciudadanos excluidos en nombre de “la seriedad política”
Proponemos un sinceramiento del sistema político y del diagnóstico actual respecto de Chile.
Sincerar el sistema político significa poder ubicar a las fuerzas políticas según su oferta y no según una etiqueta o slogan. En otras palabras, cuando todos los partidos proponen un mismo modelo socio-económico, no cabe hablar de progresistas y reaccionarios, ni de demócratas y autócratas, puesto que entonces, todos terminan siendo lo mismo aunque sus símbolos sean distintos.
Sincerar el diagnóstico significa poder medir y conceptualizar nuestro país sin recurrir a trucos estadísticos ni a conceptos forzados con el sólo propósito de impresionar en el extranjero, o de atraer inversionistas a cualquier precio. Gobernar no consiste en convencer a los que están mal de lo bien que se encuentran. Se trata, por el contrario, de ser honesto para decir lo que está mal y procurar de ese modo, un real bienestar para la ciudadanía.
Proponemos la necesidad de liberar espacios dentro del sistema político con el propósito de que surjan nuevas alianzas, lo cual hace imperioso trabajar por el fin de una política inmovilista y de consensos forzosos, como han sido los 20 años de gobierno de la concertación.
Proponemos garantizar la verdadera participación ciudadana a través del diálogo con los actores sociales. La democracia no es compatible con los iluminados quienes, por el hecho de tener un postítulo en el extranjero, se hallan en posesión de la verdad y creen que acercarse a dialogar con la ciudadanía es poco menos que descender al infierno. Por ello nunca más un AUGE que no se consulta. Nunca más un reforma educacional que se impone a espaldas de estudiantes y docentes. Nunca más una costosísima reforma procesal penal que se hace sin existir un diálogo previo con los actores del sistema. Nunca más una política que promueve los negocios de unos pocos sin preocuparse si la población está de acuerdo en que éstos se hagan a costa de nuestra riqueza natural. Y nunca más la promesa de un gobierno de los más capaces que termine convertida en un gobierno de apitutados y corruptos que entre otras cosas desvían los dineros destinados al empleo para financiar campañas políticas.
Denunciamos la traición de la concertación a sus propios ideales que alguna vez, todos compartimos y apoyamos. Denunciamos que nos hayan hecho creer que esta seudo democracia la ganamos marchando en la calle, cuando 20 años más tarde vinimos a darnos cuenta que todo se había negociado para beneficio de unos pocos.
Manifestamos nuestra absoluta convicción de que otro gobierno de la concertación es dañar de un modo gravísimo las posibilidades de democratizar Chile.
La concertación, hija de la transición y deformada por su propia falta de visión y respeto a sus promesas, debe quedar atrás para dar paso a una nueva etapa que el país merece.
Porque debemos ser protagonistas de nuestra historia, debemos ser conscientes de la gravedad del estado en que se encuentra nuestro país y desarrollar el uso de una razón crítica que se transforme en una exigencia, un imperativo moral, en una compañía constante.
Por eso, después de 20 años, estamos Des-concertados.
La Democracia
La democracia
La democracia es entre los gobiernos representativos, aquel que suscita mayor respaldo. Podemos decir sin temor a equivocarnos, que hoy en día hace la unanimidad entre los gobiernos y las poblaciones. Sin embargo, a la hora de precisar su contenido los mismos gobiernos que dicen suscribirla manifiestan discrepancias de tal nivel, que los países que se dicen democráticos poseen en la práctica sistemas políticos que se hallan en las antípodas. Hoy por hoy, Pakistán, Afganistán y Rusia –entre otros- se proclaman democráticos.
Junto a la democracia, según todos los pensadores que estudiaron las formas de gobierno legítimas o lícitas, se encuentran la monarquía y la aristocracia. La tiranía, la oligarquía y la demagogia son, por el contrario, formas ilegítimas o degeneradas de aquellas.
Por otra parte, la democracia es mucho más que un conjunto de formas. Es una forma de vida política de fondo que conlleva representatividad, participación efectiva de la población en la toma de decisiones, posibilidad real de ser escuchado por las autoridades lo cual va mucho más allá de la sola libertad de decir lo que uno piensa, y respeto por los derechos humanos de toda la población evitando de ese modo la arbitrariedad o el abuso del Estado y sus agentes. En definitiva, la democracia no puede ni debe reducirse a un conjunto de instituciones constitucionales consideradas en su aspecto formal, como tampoco debe reducirse a elecciones periódicas si no analizamos primero el sistema electoral, la forma en que las elecciones se llevaron a cabo y el rol de los medios de comunicación entre otros.
Chile, desde hace ya 20 años salió de una dictadura militar que según otros fue una dictadura personalista. ¿Significa eso que Chile entró en democracia?
Los hechos de los cuales hemos sido testigos en estos años, nos inclinan a dar una respuesta negativa: La falta de espacios de participación real de la población, el reemplazo del espacio público por un espacio mediático que legitima el sistema político y económico, la constitución política del país, el vergonzoso pacto sobre los derechos humanos, el deslizamiento del parlamento del ámbito político representativo al ámbito corporativo, consecuencia del corporativismo de los partidos políticos, la precedencia de lo económico sobre lo político, la violencia ejercida por el poder público sobre los que se manifiestan en las calles para reclamar por sus derechos, las técnicas de manipulación y control que se ejercen para desarmar los movimientos sociales, la tolerancia hacia la contestación pero sólo en los términos que el poder quiera.
Los elementos anteriores presentes en el Chile de hoy nos dejan sumidos en la perplejidad en cuanto a saber frente a qué tipo de gobierno estamos. ¿Democracia corrompida? ¿Oligarquía? ¿Oligarquía económica?, etcétera.
La respuesta a lo anterior puede ser discutible, pero indiscutiblemente los gobiernos de la concertación se han apartado cada vez más de la democracia real monopolizando eso sí, el derecho a decirse demócratas quitándoselo en cambio a quienes no piensan como ellos. Es –según creemos- esta situación lo que nos ha llevado incluso a no tener en Chile alternancia en el poder (elemento formal de la democracia) ya que, teniendo ellos el patrimonio de la democracia, cualquier alternativa distinta sería el retorno del fascismo, o de la “extrema” izquierda, o de alguna otra ideología peligrosa.
Estamos Des-Concertad@s frente a la idea de democracia que la concertación ha instalado en el país y creemos que habituarnos a vivir en esta seudo democracia es el peor daño que pudiera infligirse a la democracia real.
No queremos esta cultura política que sólo logrará perpetuar la sumisión del pueblo chileno.
Respaldamos la democracia, no lo que la concertación ha hecho de ella.
La democracia es entre los gobiernos representativos, aquel que suscita mayor respaldo. Podemos decir sin temor a equivocarnos, que hoy en día hace la unanimidad entre los gobiernos y las poblaciones. Sin embargo, a la hora de precisar su contenido los mismos gobiernos que dicen suscribirla manifiestan discrepancias de tal nivel, que los países que se dicen democráticos poseen en la práctica sistemas políticos que se hallan en las antípodas. Hoy por hoy, Pakistán, Afganistán y Rusia –entre otros- se proclaman democráticos.
Junto a la democracia, según todos los pensadores que estudiaron las formas de gobierno legítimas o lícitas, se encuentran la monarquía y la aristocracia. La tiranía, la oligarquía y la demagogia son, por el contrario, formas ilegítimas o degeneradas de aquellas.
Por otra parte, la democracia es mucho más que un conjunto de formas. Es una forma de vida política de fondo que conlleva representatividad, participación efectiva de la población en la toma de decisiones, posibilidad real de ser escuchado por las autoridades lo cual va mucho más allá de la sola libertad de decir lo que uno piensa, y respeto por los derechos humanos de toda la población evitando de ese modo la arbitrariedad o el abuso del Estado y sus agentes. En definitiva, la democracia no puede ni debe reducirse a un conjunto de instituciones constitucionales consideradas en su aspecto formal, como tampoco debe reducirse a elecciones periódicas si no analizamos primero el sistema electoral, la forma en que las elecciones se llevaron a cabo y el rol de los medios de comunicación entre otros.
Chile, desde hace ya 20 años salió de una dictadura militar que según otros fue una dictadura personalista. ¿Significa eso que Chile entró en democracia?
Los hechos de los cuales hemos sido testigos en estos años, nos inclinan a dar una respuesta negativa: La falta de espacios de participación real de la población, el reemplazo del espacio público por un espacio mediático que legitima el sistema político y económico, la constitución política del país, el vergonzoso pacto sobre los derechos humanos, el deslizamiento del parlamento del ámbito político representativo al ámbito corporativo, consecuencia del corporativismo de los partidos políticos, la precedencia de lo económico sobre lo político, la violencia ejercida por el poder público sobre los que se manifiestan en las calles para reclamar por sus derechos, las técnicas de manipulación y control que se ejercen para desarmar los movimientos sociales, la tolerancia hacia la contestación pero sólo en los términos que el poder quiera.
Los elementos anteriores presentes en el Chile de hoy nos dejan sumidos en la perplejidad en cuanto a saber frente a qué tipo de gobierno estamos. ¿Democracia corrompida? ¿Oligarquía? ¿Oligarquía económica?, etcétera.
La respuesta a lo anterior puede ser discutible, pero indiscutiblemente los gobiernos de la concertación se han apartado cada vez más de la democracia real monopolizando eso sí, el derecho a decirse demócratas quitándoselo en cambio a quienes no piensan como ellos. Es –según creemos- esta situación lo que nos ha llevado incluso a no tener en Chile alternancia en el poder (elemento formal de la democracia) ya que, teniendo ellos el patrimonio de la democracia, cualquier alternativa distinta sería el retorno del fascismo, o de la “extrema” izquierda, o de alguna otra ideología peligrosa.
Estamos Des-Concertad@s frente a la idea de democracia que la concertación ha instalado en el país y creemos que habituarnos a vivir en esta seudo democracia es el peor daño que pudiera infligirse a la democracia real.
No queremos esta cultura política que sólo logrará perpetuar la sumisión del pueblo chileno.
Respaldamos la democracia, no lo que la concertación ha hecho de ella.
Futuro de la Concertación
En su artículo “Futuro de la concertación”, el señor Aldo Valle sostiene una serie de afirmaciones que es necesario confrontar por lo inexactas y hasta cierto punto, interesadas respecto a la contingencia actual.
En primer lugar, señala Valle la existencia de una “operación política puesta en marcha para acortar la vida de la concertación”. Pensamos que tal opinión, reduce el real alcance de la crisis del conglomerado tan sólo a los últimos hechos de corrupción y a las denuncias públicas de algunos –ahora ex militantes-, olvidando que la existencia de la concertación se vio verdaderamente en riesgo desde el momento en que ésta decidió no cumplir sus promesas fundamentales de justicia e igualdad. En tal sentido, es necesario comentar otra afirmación del articulista de acuerdo a la cual la concertación se cohesionó como “una fuerza social y política para restablecer la moderación y el equilibrio que Chile había perdido en los 60”.
Tal afirmación es falsa. La concertación se formó para poner fin al abuso de 16 años de dictadura. La alegría prometida consistía en el fin del abuso en Chile, en generar un país sin exclusiones, sin desigualdades, plenamente integrador. Sin embargo, nada de eso sucedió.
Por otro lado, Valle menciona que la derecha no es capaz de asegurar su compromiso con la equidad y la moderación (Al menos ante los ojos de la ciudadanía). En cambio la concertación seguiría estando vinculada a la lucha consecuente por la ampliación de las libertades y por darle amparo social a los excluidos.
Parece olvidar Valle que al momento de asumir Patricio Aylwin, el quintil más rico de Chile ganaba 100 veces más que el quintil más pobre, pero tras dejar el poder Ricardo Lagos, el quintil más rico de Chile ganaba 200 veces más que el quintil más pobre. Parece también olvidar que los mismos que hablaron contra las Isapres y las AFP 16 años atrás, hoy día integran casi todos sus directorios. En fin, los ejemplos sobrarían al efecto, y por lo mismo es que no podemos dejar de preguntarnos: ¿Qué clase de equidad es ésta? ¿Qué clase de compromiso con la justicia y la equidad es aquel en que los pobres son más pobres y los ricos más ricos? ¿Qué clase de socialismo es aquél que en vez de abrir las grandes alamedas, las concesiona para que pase tan sólo el que pueda pagar?
No. La concertación no se agota por una operación política de última hora. Hablamos de la traición de sus promesas, de aquellos ideales que muchos de nosotros compartimos y apoyamos. Hablamos de una seudo democracia que se negoció para unos pocos.
Por ello es que tenemos la convicción que después de 16 años, la concertación ha perdido todo derecho a imponer su paternidad sobre la justicia, sobre la libertad, sobre la equidad y sobre la democracia.
El futuro de la concertación es un futuro agotado y sin destino que nos invita a crear entre todos nuevos caminos de esperanza para Chile, nuevos referentes y nuevas formas de organización.
Por todo ello, estamos Des-concertados.
Rodrigo Díaz Yubero
Dirigente
Movimiento de los Des-Concertados
En primer lugar, señala Valle la existencia de una “operación política puesta en marcha para acortar la vida de la concertación”. Pensamos que tal opinión, reduce el real alcance de la crisis del conglomerado tan sólo a los últimos hechos de corrupción y a las denuncias públicas de algunos –ahora ex militantes-, olvidando que la existencia de la concertación se vio verdaderamente en riesgo desde el momento en que ésta decidió no cumplir sus promesas fundamentales de justicia e igualdad. En tal sentido, es necesario comentar otra afirmación del articulista de acuerdo a la cual la concertación se cohesionó como “una fuerza social y política para restablecer la moderación y el equilibrio que Chile había perdido en los 60”.
Tal afirmación es falsa. La concertación se formó para poner fin al abuso de 16 años de dictadura. La alegría prometida consistía en el fin del abuso en Chile, en generar un país sin exclusiones, sin desigualdades, plenamente integrador. Sin embargo, nada de eso sucedió.
Por otro lado, Valle menciona que la derecha no es capaz de asegurar su compromiso con la equidad y la moderación (Al menos ante los ojos de la ciudadanía). En cambio la concertación seguiría estando vinculada a la lucha consecuente por la ampliación de las libertades y por darle amparo social a los excluidos.
Parece olvidar Valle que al momento de asumir Patricio Aylwin, el quintil más rico de Chile ganaba 100 veces más que el quintil más pobre, pero tras dejar el poder Ricardo Lagos, el quintil más rico de Chile ganaba 200 veces más que el quintil más pobre. Parece también olvidar que los mismos que hablaron contra las Isapres y las AFP 16 años atrás, hoy día integran casi todos sus directorios. En fin, los ejemplos sobrarían al efecto, y por lo mismo es que no podemos dejar de preguntarnos: ¿Qué clase de equidad es ésta? ¿Qué clase de compromiso con la justicia y la equidad es aquel en que los pobres son más pobres y los ricos más ricos? ¿Qué clase de socialismo es aquél que en vez de abrir las grandes alamedas, las concesiona para que pase tan sólo el que pueda pagar?
No. La concertación no se agota por una operación política de última hora. Hablamos de la traición de sus promesas, de aquellos ideales que muchos de nosotros compartimos y apoyamos. Hablamos de una seudo democracia que se negoció para unos pocos.
Por ello es que tenemos la convicción que después de 16 años, la concertación ha perdido todo derecho a imponer su paternidad sobre la justicia, sobre la libertad, sobre la equidad y sobre la democracia.
El futuro de la concertación es un futuro agotado y sin destino que nos invita a crear entre todos nuevos caminos de esperanza para Chile, nuevos referentes y nuevas formas de organización.
Por todo ello, estamos Des-concertados.
Rodrigo Díaz Yubero
Dirigente
Movimiento de los Des-Concertados
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
